Sector cerámico europeo: impacto y respuesta frente a la competencia desleal

Una de las herramientas con mayor impacto sobre la competitividad de las organizaciones está en las políticas de defensa comercial. En el contexto europeo, es a la UE a quien le corresponde proteger a las industrias locales de prácticas comerciales desleales como el dumping o las ayudas de estado. De forma simplificada, existe dumping cuando empresas extranjeras introducen productos a precios artificialmente bajos en el mercado europeo.Uno de los casos más paradigmáticos se puede encontrar en el sector agroalimentario, que ha sido particularmente vulnerable a estas prácticas desleales. Las recientes protestas en Europa reflejan la frustración de los productores locales que luchan por competir con los productos importados a precios artificialmente bajos. Estas prácticas afectan tanto a los precios, como a la calidad y seguridad de los productos disponibles para los consumidores europeos​.

Problemática del sector cerámico europeo

El sector cerámico europeo, y especialmente el español, se enfrenta a una creciente presión competitiva derivada de la entrada de productos procedentes de países como China e India, que operan con costes mucho más bajos gracias a prácticas comerciales desleales y estándares laborales y medioambientales menos rigurosos. Esta industria, que tiene un papel fundamental  en regiones como Castellón, se encuentra en una encrucijada debido a la incapacidad de competir en igualdad de condiciones. 

A medida que los productores europeos se esfuerzan por mantener altos niveles de calidad, sostenibilidad y cumplimiento normativo, se ven amenazados por la importación de cerámica a precios significativamente más bajos. Esta situación pone en peligro la rentabilidad de las empresas, el empleo local y el desarrollo económico de las regiones cerámicas europeas que, en muchas ocasiones, dependen en gran medida de esta actividad industrial.

Estado de las medidas antidumping 

El pasado mes de febrero, la Comisión Europea aprobó la renovación por cinco años más de las medidas antidumping contra las baldosas procedentes de China. La importación de baldosas chinas está sujeta a derechos antidumping desde 2011 ya que tras el procedimiento de investigación quedó demostrado el perjuicio para la industria local europea. La imposición de medidas en el caso de China ha resultado ser eficaz en la defensa de la cerámica europea, reduciéndose la cuota de China en la UE en 2023 hasta el 0,3%.

Sin embargo, las medidas impuestas en otros procedimientos más recientes podrían no ser suficientes para contrarrestar la competencia desleal que sufren las industrias cerámicas europeas. En el caso de India, tras una larga investigación se anunció la imposición de medidas en febrero de 2023, no obstante las importaciones han seguido su senda de crecimiento quedando patente la inefectividad de los aranceles impuestos. No en vano, las importaciones desde India a España han aumentado un 87% en valor, representando un 30% de la cuota de mercado).  La capacidad de las empresas indias para adaptarse a las dinámicas internacionales del mercado cerámico ha sorprendido por su rapidez, multiplicando el volumen de su producción por varias veces en la última década y por otro lado, sigue ofreciendo dudas sobre el cumplimiento de estándares laborales  y medioambientales.

Una amenaza que no es exclusiva de la industria cerámica, en donde otros sectores como el propio agroalimentario también se enfrentan a una creciente competencia de productos indios que no reflejan los costes reales de producción. La principal consecuencia de estas prácticas desleales está en la amenaza a la viabilidad de los sectores productivos expuestos a ellas debido a la disminución de los ingresos y la rentabilidad. Al igual que los agricultores y productores alimentarios europeos exigen medidas más estrictas y efectivas para proteger sus intereses y asegurar un mercado justo, la industria cerámica también exige a las instituciones que protejan la estabilidad económica y social de una actividad económica central en varias regiones de Europa. Es imprescindible que las herramientas de defensa comercial nivelen las reglas del juego y que se midan otros aspectos como el respeto por el medio ambiente, o las condiciones laborales en las que se produce en países extracomunitarios. Además del dumping económico se deberían establecer herramientas para medir el dumping social.

Impacto en el Sector Cerámico

El sector cerámico español, situado principalmente en la provincia de Castellón, es uno de los más afectados por la competencia desleal de terceros países. La Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (ASCER) ha señalado repetidamente el impacto negativo de las importaciones desde China e India. Estas prácticas socavan la competitividad de los fabricantes de baldosas cerámicas de la provincia, que es un centro clave de producción en España y un pilar económico en la región.

Aun con ello, la industria cerámica de Castellón no ha cesado en mejorar la eficiencia en sus procesos de producción. La renovación de las medidas antidumping es un paso importante, pero ASCER y otros actores de la industria argumentan que se necesitan medidas adicionales y más estrictas para proteger plenamente a la industria local y asegurar su viabilidad a largo plazo​​.

En otras palabras: la Unión Europea debe fortalecer sus políticas de defensa comercial. Esto incluye la implementación de medidas más efectivas y la vigilancia continua de las prácticas comerciales desleales de terceros países, además de seguir avanzando en la cooperación entre los Estados miembros para asegurar una respuesta coordinada y efectiva.

Las instituciones europeas deberían ampliar su apoyo a más sectores afectados para mejorar la competitividad, incluyendo inversiones en tecnología, investigación y desarrollo, y prácticas sostenibles. La colaboración entre la Comisión Europea, los gobiernos nacionales y las organizaciones industriales es clave para diseñar políticas que protejan las industrias locales y promuevan un comercio justo, complementando las herramientas de defensa puramente comercial con otras que promuevan principios de reciprocidad y que fortalezcan la competitividad europea en el mercado global.